Somos tomadores de café. Es nuestro compañero y punto de partida de cada día, de ahí la atención que le damos a las relaciones que forjamos en torno a él.
Comprendemos el tremendo privilegio de vivir en un territorio cafetalero y aprovechamos las increíbles oportunidades que nos regalan los diferentes terruños y las conexiones que hemos generado a través de este producto.
Hemos tenido la suerte de presenciar cada una de las fases que forman parte de esta larga cadena, desde la fruta hasta la taza; donde la geografía, el clima y los varietales imprimen un sello ineludible, pero la relevancia de las personas involucradas en cada etapa es lo que nos impresiona y emociona, especialmente los procesos en torno a la selección y tostado de los granos; es muy bonito e inspirador ser testigos de como a un procedimiento tan técnico se le puede imprimir tanta pasión. ¿Qué hace entonces la diferencia? La dedicación.
Nuestra amistad con David Birruete comenzó desde la admiración a su trabajo y su capacidad de transformación. Nos emociona su profesionalismo, preocupación y nivel de detalle; conceptos con los que nos sentimos también muy identificados. Con Cucurucho compartimos como filosofía que lo que le damos a nuestro cuerpo importa, más aún si lo hacemos rutinariamente. La experiencia del café debe ser redonda; placentera, resptuosa y benéfica para nuestro organismo.
Nos llena de emoción que esta afinidad nos haya convertido también en colaboradores y que a partir de hoy podamos ofrecerte en eno un café consistente, democrático y delicioso. Un café para todos.
Imágenes por Araceli Paz